Este es mi primer encuentro con el mundo del blog, la verdad es que no se que escribir y que pueda interesar a los demás, puedo escribir cosas de Siete Aguas (Valencia) es el pueblo en donde nací, puedo escribir sobre mi familia, amistades, trabajo, aficiones, comentarios de deportes, de política, de libros, de música, de ......................
Voy a empezar contando el nacimiento de una gran fiesta que se hace en un minúsculo lugar de Requena Valencia), es la aldea del Matutano.
A escasos 4700 metros de distancia del área de servicio de El Rebollar (Requena), dirección norte, se encuentra un caserío ahora deshabitado, a excepción de los fines de semana, Pascua, verano, Navidades, etc., en el que no hace mucho tiempo (más o menos 40 años) vivían unas 12 familias, dedicadas todas ellas a las tareas del campo y de la ganadería, allí los niños jugaban y también ayudaban a sus padres en los trabajos agrícolas, a coger hierba -comida- para los animales del corral, a llevar la ropa a la fuente más cercana (no mucho) para que sus madres la lavaran con el jabón que ellas mismas fabricaban, también desde muy niños pasaban largos días y noches cuidando al ganado ovino y caprino, todo ello con la "natural" carencia de la asistencia a las escuelas -la más cercana estaba en El Rebollar, Siete Aguas o Requena, y todo ello adornado con las reuniones de las mujeres en la zona más amplia del caserío en donde cosían la ropa estropeada por el uso y discutían de como había que hacer un guiso ¡que ricos!, enseñar a las pocas mozas a tener cuidado con los escasos zagales, ya en edad peligrosa y seguramente con malos pensamientos para con ellas.
El tiempo fue pasando allí, como también en el resto del mundo, los padres envejecían y la juventud se daba cuenta que la vida que habían llevado sus antecesores tenía poco futuro y que fuera de allí había otro modo de vivir, menos pesado y con muchas posibilidades de mejorar su calidad de vida. Poco a poco las familias se fueron marchando a otros lugares, unos cercanos como El Rebollar, Requena, Siete Aguas........ y otros un poco más lejanos, Valencia y las localidades cercanas. Los jóvenes se hicieron adultos, unos trabajaron en la construcción, otros en empresas de variadas actividades y los que tenían más inquietudes formaron sus propias empresas.
Pasan los años, crecen las familias y cada una de ellas hace su vida en el lugar en donde han elegido vivir, pero el recuerdo del Matutano no lo han olvidado nunca siendo motivo de conversación familiar esas vivencias de la niñez.
Algunas de las casas abandonadas que se han derruido se arreglan y acondicionan para poder disfrutar del Matutano en época de descanso y poder estar juntos así varios de los antiguos habitantes y sus descendientes, hay familias que han convertido su casa en verdaderas maravillas totalmente habitables o en bonitos chalets, tienen luz que se surten de un buen generador a motor de gasoil que se han instalado y que da cobertura a las casas y también a la calle, se han hecho instalación de agua potable con depósitos y aljibes, etc. , y así poco a poco van dando vida al Matutano todos los fines de semana y también en cualquier momento de descanso.
Desde hace unos catorce años y en la época de Pascua los vecinos de este maravilloso lugar celebran una fiesta en honor a la Virgen de la Milagrosa, imagen que han creado con mucho cariño y con gran esfuerzo económico; en un lugar céntrico del caserío han construido una pequeña ermita con campanario para la Virgen, han construido una gran nave multiusos con zona de bar, escenario, camerino, servicio de WC………, en donde se puede celebrar misa, se convierte en salón de espectáculos, baile, comidas y cenas también es zona de reunión de los vecinos y algún que otro visitante amigo del Matutano.
Esta fiesta se puede hacer gracias al esfuerzo de todos los “matutaneros”, pero sobre todo al empeño de la familia de Adrian y Pilar, con sus hijos (biológicos y consortes) que no dudan en emplear el tiempo que sea necesario y sin escatimar ningún esfuerzo en conseguir que cada año se celebre esta gran fiesta en este pequeño lugar, que para mucha gente, entre los que me incluyo, es un milagro que se pueda realizar y siendo cada año mejor que el anterior.
Mi enhorabuena a todos y que jamás decaiga el espíritu que les ha llevado a que el Matutano esté vivo, muy vivo.
Luis Carrascosa.
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